Empezamos con ganas, sin prisa pero sin pausa:
Llevamos coche escoba, por supuesto, nosotros con la Selección
Seguimos caminando: subiendo...bajando (menos) pero contentos.
Comimos para reponer fuerzas, después de la caminata y del rato de juegos, por que llegamos con energía para dar y regalar.
Después de comer, más: una pachanga en el pabellón, carrera de sacos en el campo de fútbol, tiramos de la cuerda, chicos contra chicas (eso siempre motiva)
Y seguimos con la guerra al brilé: ¡Cuidado con la presi en funciones que va a lanzar!En definitiva, un bonito día de convivencia en el cual compartimos, disfrutamos, nos reimos y los grandes volvimos a ser pequeños.
La experiencia no vamos a decir que a sido irrepetible por que seguro que se repetirá.
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